JUBILACIONES
SONETO A EMMA
El canto de tu jubilación llega
en la madrugada, tan animado,
Emma, que espero sea de tu agrado,
llene las tinajas de tu bodega.
¡Tú que siempre fuiste tenaz labriega
de la enseñanza! Corazón volcado
en tus alumnos, firme y afanado,
con esa convicción tuya tan ciega.
Emma, fuiste como aquella cometa
anaranjada en las manos de un niño
que al mirarla deja un perfil potente.
Emma, con estos versos, el poeta
quiere elogiar tu trabajo docente
con una gran amistad y cariño.
JUBILACIÓN DE DON RAMÓN ARTEAGA
Suenan campanas de jubilación,
el director retira su batuta,
ha culminado su espléndida gruta
tras muchos años de duro tesón.
El despertador toca, don Ramón,
ya no sonará más la vieja flauta
en el Carmen Arias, aquella ruta
cargada de renovada ilusión.
Faltará la magia que tú donaste,
la gracia de diseños tan diversos
que, a través de imágenes, ofreciste.
Recordaremos esos lindos versos
en aquellos dibujos que escribiste,
que, con tu firma intachable, plasmaste.